Del nacimiento ectópico de la patria se crean aquellos que perdieron el alma
La conciencia de lo que somos capaces los humanos de quitar la vida
Y convertirnos en dioses.
Mientras el animal devora sus ropas ensangrentadas de dolor
Se despierta una realidad injusta e inmerecible
El llamado “cuquero espiritual”
De lo que somos capaces los seres humanos
En la lucha por existencia…
Brindemos con la poesía abrupta de la realidad
Comamos el banquete de desesperanza
Junto a los traidores demos nuestro último beso
Al que nos venderá por monedas
¡Perdónanos amada patria muerta!
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